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26 ENE

CONCURSO DE MICROS 22-23 DE ALI I TRUC. QUINCENA X

Aquí tenéis los 29 relatos que empiezan con la frase «En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental», comienzo de la "Guía del autoestopista galáctico" de Douglas Adams.

Con esta frase, inicio del libro Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams deben comenzar los relatos de esta décima quincena de la segunda temporada del concurso de relatos de Ali iTruc con Onda Cero.

Hemos recibido un total de 29 relatos que, durante los días 27, 29 y 29 de enero (hasta las 14:00), pueden ser votados por los autores y resto de público enviando sus puntuaciones al correo david@aliitruc.es, eligiendo los tres relatos favoritos y dándoles 1, 2 y 3 puntos. De estas votaciones, saldrá la terna finalista de la quincena, de la que el próximo lunes 30 de enero sabremos el ganador en Onda Cero Elche - Comarcas del Vinalopó.

 

LA HIJA DEL ZAPATERO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, los ríos son de tinta y los árboles, de pergamino. Desde allí voló una cigüeña de papiro hasta la casa del zapatero con un poema endecasílabo acurrucado en una manta. Era 18 de enero. Día de contradicciones hermosas e impulsivas. Las vecinas más envidiosas sentenciaron con una mueca vana… laxamente exangüe: «No tiene carne ni vértebras. Jamás conseguirá marido».

Años después, fue cortejada por un príncipe, un panadero y un poeta. Contrajo nupcias con el segundo.

¡Qué raro! pensó el padre. Yo creía que el tercero…

No hace falta ser poeta lo interrumpió el panadero- para enamorarse de un poema…

 

LA MUERTE DE UNA FAMILIA

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, una familia de alienígenas formada por cinco miembros se debate entre la vida y la muerte.

Sus flujos de energía se están descargando y notan como poco a poco una especie de sopor les invade.

Su nave inexplicablemente, ha caído en picado. Las conjeturas que al maestro se le pasan por la mente, no logran dilucidar los motivos de tal catástrofe.

Asustados y sin saber qué hacer, se abandonan a su suerte. El flujo de energía que les mantiene vivos se va apagando y esa lucidez que les hace invencibles los lleva para siempre al espacio del cual han venido.

 

LA SIMIENTE DE MIS ANTEPASADOS

En los remotos e inexplicables confines del arcaico extremo occidental moraban mis ancestros.

Cuando la tierra se destruyó, emigraron a UMMO… Mi sueño siempre fue volver, la Tierra se está regenerando. Cuando proceses mi pensamiento llevaré cinco años aquí, mi cuerpo se adaptó enseguida, ni te imaginas lo que sientes al pisar firme, ir sin escafandra, activar los sentidos y las emociones que allí las tenía apagadas.

Estoy en un poblado del Mediterráneo, he plantado las simientes que guardaron mis antepasados, ¡han crecido palmeras! El poblado se llama Helike. Me quedo aquí, aunque el precio sea morir allí era inmortal, un número más… Mándame tu pensamiento con una estrella fugaz.

 

LA SOMBRA DE LA LUZ

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental las puertas están selladas. La luz preguntó por qué no podía entrar. «Aquí reina la oscuridad», fue la respuesta, «no admitimos nada que perturbe nuestra tranquilidad, solo abrimos para alimentarnos».

La luz dijo que estaban ciegos y no lo sabían. «Sí, lo sabemos, esa es nuestra fuerza», contestó la oscuridad.

La luz respondió que deseaba dar color a esa noche perpetua. La oscuridad advirtió que no era buena idea pues acabaría siendo devorada, sin embargo, le concedería su deseo. Poniendo en marcha la maquinaria abrió las puertas y la dejó pasar. Instantáneamente la luz desapareció tras el horizonte de sucesos.

 

PÁGINAS DE MIEL

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, vivía una señora que se zampaba los libros. Quiero decir que se los comía, acompañados de una ensalada de tomate y habichuelas. Un día, recibió una notificación. «Ya está bien de que se coma nuestros libros», decía. «Tendrá que reponerlos». La firmaba el director de la biblioteca más grande del extremo occidental, famoso por comer auriculares inalámbricos. Todo el mundo comía cosas raras en la galaxia Alitruc. «No los repondré», dijo enfadada, «ni pensarlo». Desde entonces, ni corta ni perezosa, escribe microrrelatos por ver si gana algún libro que llevarse a la boca. ¡Uy, qué hambre tengo!

 

PARAFILIAS

En los arcanos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de aquel territorio olvidado, hay un decrépito motel semiderruído al que se llega a través de un camino que la maleza ha hecho casi intransitable. Con jirones deshilachados de un desvaído color amarillento, unas cortinas ondean al viento a través de una vieja ventana que alguien olvidó cerrar. Si has podido llegar hasta allí y prestas atención, a veces puedes vislumbrar, tras la ajada cortina, el fantasmagórico rostro adolescente de alguna Lolita.

 

RECORRIENDO EL UNIVERSO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, Krbi con su vehículo de nueva generación, espera la llamada de los habitantes de algún planeta para ir en su busca y trasladarlos a donde le sugieran.

Él es capaz de recorrer la galaxia y conoce todos los recovecos de la misma. De pronto suena su GPS y un aviso le llega desde el lejano planeta Tierra.

Echando mano de un transformador de materia convierte su cuerpo en un humano de alta gama, es decir, alto y delgado. Los terrícolas tienen fama de ser bellos y las terrícolas especialmente. Espera que sea una mujer.

Por fin la ve. Maravillosa.

 

SECRETOS DE LA GRAN CIUDAD

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, es decir, mi barrio, estoy viviendo una aventura anónima y secreta todos los miércoles a las siete desde la ventana de mi habitación. Con mis escasos veinte años soy voyeur del edificio de enfrente donde una mujer de unos cincuenta años, totalmente desconocida, hace un espectáculo de nudismo para mí y yo hago lo mío para ella. Este miércoles son las ocho y no aparece... Me tiro decepcionado en la cama, pongo el noticiero y ¡su cara me estalla en los ojos!: «…jueza de fuerte convicción conservadora y religiosa Amelia Bareta jura como miembro de la Corte Suprema de Justicia…»

 

SILENCIO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental comenzó su historia Pok no había nada, como todo el mundo sabe.

Ey, Pok, ¿es una historia real? interrumpió Jim ansioso.

¡Acaba de decir inexplorados! Es inventada como todas sus historias respondió Rob con sorna.

Pero, ¿cómo se sabe que no hay nada si es inexplorada? Y en el extremo occidental para más inri añadió Ern con pesar.

No dirías lo mismo si fuera el arcaico extremo oriental, ¿verdad? Que se te ve venir, Ern aseveró tajante Rob.

Bueno, dejemos continuar a Pok contemporizó Jim viendo venir el nubarrón.

Quizás continuó Pok, sí que había algo después de todo: Silencio.

 

SOLAMENTE PIEDRAS

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental del límite se encontraba mi hogar. Tenía una única meta y por fin había logrado lo que necesitaba para cumplirla. Me acerqué a la ilicitud con un viejo libro en la mano. La piedra no podrá detener la razón, pensé.

Alcé el libro para que mis oyentes lo pudieran ver: Suplico —empecé diciendo antes de sentir una punzada en el corazón. Inconsciente me derrumbé en el suelo. Logré escuchar unos pasos, uno de los soldados se agachó a recoger el traductor.

Qué curioso —dijo el guarda burlón— no sabía que supiesen leer.

 

SUPERABURRIMIENTO

En los arcanos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental del mundo, Supermán, aburrido, se toma un eterno wisqui junto a Wonder Woman. Ambos, con la inacción, han engordado considerablemente, y desparraman sus michelines en un desvencijado sofá, mientras en la tele ven el tricentésimo vigésimo quinto capítulo de una serie. Entretanto, Batman dibuja sombras chinescas obscenas en el techo de la habitación y Spíderman andurrea por las paredes cazando arañas que devora con fruición.

Comienzan las noticias: avión siniestrado, guerras fratricidas, madres llorando a hijos muertos y políticos acusándose mutuamente. Lo de costumbre.

—¿Cómo dejaron de creer en nosotros? —se pregunta un deprimido Supermán rascándose la abultada barriga…

 

SUPERVIVIENTES

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental solo quedamos 10. Estamos subidos a los árboles después de la enorme inundación, y ahora una niebla terrible, densa, impregna todo haciendo casi imposible respirar. El aire es tóxico, apenas podemos recibir algo de oxígeno en los pulmones. La luz se ha atenuado casi hasta el ocaso final. Solo somos 3 ahora. Aferrados a nuestros troncos aguantamos exhaustos. La luz vuelve, el agua llega para despejar la niebla. Parece que si volveremos a ver amanecer.

Un rastrillo gigante se dirige sin vacilar hacia nosotros… solo quedará nuestro legado en forma de huevos.

«Piojos. Tratamiento»

 

TERTULIA

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental —comenzó su historia Pok.

Cada martes por la noche, un grupo de asiduos se reunía en la taberna de Jim. Cada martes, y por riguroso orden, uno contaba una historia. Avances tecnológicos, curiosidades históricas, intrigas amorosas, leyendas oscuras y otros muchos temas eran tratados en forma de narración habitualmente tan falsa como moneda de madera, y de tal calibre que pudiera parecer hasta cierta.

Diez palabras justas llevaba Pok cuando lo que bien parecía ser un oso abrió bruscamente la puerta de la taberna. Y así, por sus miradas, debieron creerlo los tertulianos hasta que éste dijo: —¿Llego tarde Pok?

 

VUELO CÓSMICO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la Luna, después de orbitar varias veces buscando una zona propicia, los astronautas descendieron en su cara oculta, envueltos en una oscuridad absoluta.

Una vez en tierra, mejor dicho, en luna, emprendieron la marcha para explorar los mares y cráteres que jamás persona alguna hubiera pisado.

No habían recorrido ni un kilómetro cuando descubrieron unos papeles, casi deshechos, en los que apenas se podía leer «caramelos Chupa Chups».

Más allá, en el suelo, brillaba una cajita en la que pudieron descifrar la palabra Durex. Sorprendido, el comandante dijo —¡Para ser un confín inexplorado, se encuentran cosas sorprendentes!

 

1810: UN PROFESOR VISIONARIO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental donde reina el silencio y las palabras se confunden con el pensamiento. Allí donde el firmamento abraza maternalmente los picos nevados y les canta una nana entre gotas refulgentes y copos de nieve que parecen suspirar cuando levitan en el aire. Ese lugar que las llamas y las alpacas eligieron ancestralmente para animar sus proles en mágica comunión con la madre tierra. Donde comencé a quererte y te quise hasta morir queriendo…

—Perdón, alumnooo… ¡Victor Hugo!… Céntrese en la lección de hoy: Geografía. macizo andino. ¡Los poemitas están muy bien, pero eso no lleva a ningún lado, joven!

 

2169

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la Tierra está a punto de tomarse una decisión crucial para la Humanidad.

Los cigarrillos llevarán 100 veces más cadmio que ahora. Se comunicará en todos los medios de comunicación. Lo pondremos en las cajetillas con fotos incluidas. Todo estará completamente documentado fiel a la verdad.

—¿Y aun así piensa usted que seguirán fumando?

Quizás algunos millones de personas menos que ahora, pero seguirán, y reduciremos algo más de mil millones de personas la población mundial, siendo muertes totalmente voluntarias. Es la única manera.

De acuerdo. Prosigamos.

El acuerdo se cerró.

 

CENTRAL H2

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, hay una central de H2 de hidrógeno el cual abrió sus servicios hace algunas décadas, distribuyendo la nueva energía hidráulica. Se ven algunos coches y robots autónomos cargando sus baterías, algunos llegan agotados, otros por el camino pierden alguna pieza y se quedan parados en las cercanías, hasta que sus dueños van a insertarle el repuesto para que puedan repostar.

¡Hay que ver cómo ha cambiado la vida desde entonces!, yo ya soy algo mayor, aunque aparente unos 33 años, ya que por propia decisión quise que me despertaran cuando el tratamiento para mi enfermedad fuera efectivo y seguro.

 

DESCUBRIMIENTO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de mi espalda me encontré algo anoche. Estaba en la ducha y tuve una sensación extraña en esa zona perdida, a la que no llego ni con las manos ni con los pies. Era como una picazón, escozor o quizás alguna irritación. Algo misterioso creciendo de mí, quizás curioso, o aterrador, que se originó recientemente haciéndome sentir un ser diferente, único, realizado…

—¡¡Jose!! ¡¡Pedazo de grano tienes en la espalda chaval!!

 

DORELA

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental y tras sufrir aquellos momentos duros de transición en su propia piel, aquella muchacha de tez pálida, grandes ojeras y cuerpo flaco, seguía empeñada en volver a intentarlo como cada día, desde hacía años. Dorela era constante y firme en sus decisiones. Hacía tiempo que quería cargarse a aquel hombre que destruyó a su familia. Tal era su empeño y tanta la rabia que llevaba dentro, que le pidió a un buen amigo que le proporcionara un arma, para así y de un tiro en la nuca poder librarse de esas emociones que, durante varios años, su hígado había sufrido.

 

DUDAS EXISTENCIALES

En los arcanos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental del mundo, estaba el Limbo, o eso decían. Pero yo siempre pensé que el limbo era mi vida: cada día me levanto temprano, hago tareas caseras, levanto a los niños, se levanta Pepe, discutimos por algo, desayunamos, llevo los niños al cole, voy al trabajo, como en cualquier sitio, vuelvo al trabajo, salgo, recojo a los niños, peleo con ellos y sus deberes, llega Pepe, cenamos, nos acostamos, a veces echamos un polvo, los sábados y los domingos aguantamos críos y comidas con malas caras y discusiones escandalosas con suegros y cuñados…

Si esto no es Limbo, ¿será Purgatorio?

 

EL CÍRCULO PERFECTO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de su viejo cerebro, Teodoro buscaba la solución al enigma existencial que tanto le obsesionaba: «¡Ya puedo ver la luz al final del túnel! ¿Habrá vida después de la muerte?»

Allí, escondida entre un montón de recuerdos desdibujados, en el lugar más remoto de su memoria, Teodoro encontró grabada una duda prenatal:

«¡Ya puedo ver la luz al final del túnel! ¿Habrá vida después del parto?»

La obviedad de la respuesta le tranquilizó, e inició su camino hacia la luz del nuevo tren que venía a recogerle…

 

EL COMBATE

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, el rey había quedado atrapado, sin posibilidad de huida; su antes reluciente armadura negra estaba opaca, manchada de sangre y barro; lo defendían sólo dos capitanes, los que habían sobrevivido a la dura lucha y su diezmado ejército estaba disperso y vencido, sin posibilidad de ayudarlo.

Era ya la arremetida final; la férrea línea de caballeros adversarios, brillando al sol sus corazas blancas, se lanzó decidida hacia el último reducto.

Una voz retumbante resonó por todo el campo de batalla, como un terrible grito del poderoso dios de la guerra: —¡¡¡ Jaque mate!!!

 

EL LADO OSCURO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, se cree que existe una tierra donde las montañas vomitan fuego y el agua roja de los mares está en constante ebullición. Grandes volutas de humo dan la bienvenida a los exploradores extraviados. Incluso naves superlumínicas propulsadas por haces de luz han sido atraídas sin oponer resistencia al entrar en su campo gravitacional.

Se dice que en ese mundo de tinieblas se encuentra el reino de un príncipe jacarandoso, pendenciero, canalla y fanfarrón. Algunos lo llaman demonio, Lucifer o Satanás, un lugar que conozco muy bien, pues es allí, en el averno, donde tengo mis aposentos.

 

EL RESPLANDOR

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, me vi esa noche caminando descalza y sin rumbo. ¡Qué raro conjuro me guiaba por esa escarpada zona, donde los abrojos no me dejaban avanzar!

¿Qué buscaba?, ¿qué perseguía? De pronto, el precipicio se abrió ante mí, ya no podía retroceder y caí al fondo de aquel despeñadero, donde mi cuerpo quedó quieto e inerte.

Horas después de despertar, la imagen lejana de aquel terrible sueño seguía ante mis ojos con un silencio de eternidad.

 

EL TESORO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, las rosas y las orquídeas no tienen espinas. Crecen sus tallos despojados y desnudos, cautivando las miradas impúdicas de los visitantes fortuitos. Las gargantas de sus jardineras tampoco hospedan púas en su interior. De sus labios solo brotan verdades. Verdades y secretos ancestrales.

Cuando los conquistadores abatieron unos pedruscos mal apilados (que funcionaban como almenas de la torre sur), no tardaron mucho en inspeccionar la ciudad sagrada y dar con aquellas pitonisas.

—¿Dónde escondéis el tesoro, amazonas subdesarrolladas? ¿Qué guardián lo custodia?

—En la biblioteca. Solo un custodio os separa del perpetuo poder de nuestra cultura. Vuestra sed de oro.

 

EN ABRIL LAS MONTAÑAS BAILAN

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, el clima es árido. Casi desértico. Las lluvias son un mito más como Baba-Yaga o el Bigfoot. Y los ríos, unas culebras deshidratadas. En el centro de esa nada (que es el centro de su universo), dos niños discuten sobre la naturaleza de las tormentas.

—Cuando llueve —imagina la pequeña—, las montañas bailan…

—Jajaja. ¿Cómo van a bailar las montañas, tonta? Según el tío Azub, durante las tormentas cae agua del cielo y látigos de luz que lo queman todo. Y se oyen bombos retumbar sobre nuestras cabezas.

—¿¡Látigos de luz!? ¡Para mí que el tío Azub es el tonto!

 

EN DESUSO

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la grandiosa ruina un objeto cuadrado descansaba sobre un viejo suelo.

—¿Hay alguien vivo? —preguntó un ente abstracto, una mancha sin forma.

—Estamos todos, cumpliendo las reglas —contestó otro ente.

Se hallaban en una situación peligrosa: al borde de la muerte esperando ser encontrados. Estos entes postrados hallaron la esperanza en un sabio. Tras una drástica operación, el historiador se levantó costosamente de la silla. Impresionado pero entristecido anunció la trágica muerte de ese anciano y místico lenguaje.

 

EXPLORADORES

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental, un grupo de exploradores, están intentando descubrir un nuevo material radioactivo del que han oído hablar en la galaxia de Andrómeda; eso les permitirá dar a sus vehículos espaciales más prestaciones.

Los exploradores vienen del planeta Tierra y su ingeniería espacial todavía está por debajo de otros mundos que configuran la élite del mando en el mundo galáctico.

En el último milenio han sido atacados varias veces por entes poderosos que han destruido sus defensas y han dejado sus útiles de guerra muy mermados, por lo que les es imprescindible descubrir este nuevo material que dotará a sus ejércitos de una fuerza descomunal.

 

LA COSECHA

En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental estaba la zona prohibida. Nadie se atrevía a acercarse por miedo a no volver.

Hasta que llovió como nunca y todo se anegó. Muchos lo perdieron todo, incluso un suelo sobre el que pisar. Entonces, algunos se tragaron su miedo y huyeron rumbo al ocaso.

Caminaron exhaustos, atravesando parajes empapados mientras iban subiendo.

Hasta que descubrieron tierra seca, y también a la salvaje tribu de los hombres sabios, que custodiaban los campos en los que brotaban palabras sin control, silvestres y libres.

Los recién llegados las empezaron a recolectar con ansia, y pronto consiguieron recuperar aquella antigua forma de comunicarse.

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