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09 FEB

CONCURSO DE MICROS 22-23 DE ALI I TRUC. QUINCENA XI (1/2)

Aquí tenéis los 40 relatos que empiezan con la frase «Tenemos un problema», comienzo de la "El meteorito somos nosotros" de Darío Adanti.

Con esta frase, inicio del libro El meteorito somos nosotros de Darío Adanti deben comenzar los relatos de esta undécima quincena de la segunda temporada del concurso de relatos de Ali iTruc con Onda Cero.

Hemos recibido un total de 39 relatos que, durante los días 10, 11 y 12 de febero pueden ser votados por los autores y resto de público enviando sus puntuaciones al correo david@aliitruc.es, eligiendo los tres relatos favoritos. De estas votaciones, saldrá la terna finalista de la quincena, de la que el próximo lunes 12 de enero sabremos el ganador en Onda Cero Elche después del veredicto de Darío Adanti:

 

ESCASEZ 1
‒¡Tenemos un problema, Paco! Jugar al ping-pong es muy difícil. Me escasean las fuerzas. Cada condenado golpe a la pelotita cuenta. Desde el primero al último. Además, hay que estar rompiendo los límites diminutos de la mesa todo el tiempo. Alejarse cinco o seis metros, acercarse, huir de los cuatro márgenes y ser capaz de ver todo el escenario. Estar a la vez al fondo y en cada esquina. Fugándose de las fronteras del tablero por infinitos caminos; tejiendo potentes hilos invisibles que dependen, en todo momento, de una precisión milimétrica. Mejor volvamos al taller de literatura.
‒¡Ni hablar, Carlos! ¡Hoy tocan microrrelatos!

ESCASEZ 2
‒Tenemos un problema ‒dijo David al regresar a la fundación.
Paquita y Raquel soltaron sus plumas. Marcelo, Natividad, Sofía y Américo se acercaron.
‒¿Qué ocurre?
‒Ya sabéis que el precio de la luz y de los alimentos no para de subir. Pues, les ha llegado la hora a las palabras. Los sustantivos están por las nubes en el mercadillo. Y los adverbios, a pesar de su precio supuestamente indeclinable han doblado su valor. Las conjunciones, agotadas. Como el papel higiénico y el tabaco. En fin, que solo me ha alcanzado para 70 palabras por cabeza.
‒Y pensar que hace unos años éramos novelistas…

ESCASEZ 3
Tenemos un problema. Se está agotando la tint…

IDIOMAS DIFERENTES
Tenemos un problema de comunicación. Cuando él dice «a», yo entiendo «b», y así constantemente. Me ha pedido que nos tomemos un tiempo y eso sí es raro, hace tiempo que no nos tomamos nada. Que si se siente agobiado, que si necesita espacio, que si ya no soy la misma. No entiendo nada.
Dicen haberlo visto con una joven, ¡qué mal pensada es la gente!
Lo más enigmático es la carta que me envió, dice así: «No fue culpa tuya ni tampoco mía, la culpa fue de la monotonía».
Nunca se me dieron bien los acertijos. ¿Estará insinuando que quiere volver?

LA LLAMA
Tenemos un problema. Después de tres décadas juntos la llama del amor se apaga. Hago lo posible para reavivarla, pero de momento no funciona. Me visto diferente, hago deporte, como bien, me corto el pelo a la moda, y no solo en la cabeza… Paseo desnudo por la casa, delante de ella, sintiéndome como un matojo por el desierto, una maceta sin gracia, un grano de arroz en una paella… Cuan cierto podría ser eso de que después de cierto tiempo la llama se apaga y solo se mantiene el cariño.
Esta mañana al despertarse:
‒Buenos días, cariño, ¿has adelgazado?
Aún hay esperanza… ;)

LA MEJOR DECISIÓN
«Tenemos un problema, ¿No?», dijo él mientras ella le mostraba el test de embarazo con dos rayas bien definidas. «No, no lo tenemos», contestó mientras el pecho se le agitaba al respirar. A él le brillaron los ojos, se le dilataron las pupilas y sentenció: «Es la mejor decisión». De nuevo, entendió a su conveniencia. Ella se marchó sin discutir y sin despedirse. Esperó unos instantes tras la puerta cerrada, pero él no la siguió. Esbozó una sonrisa: todo sucedió según lo había previsto y se acababa de librar del mayor tropiezo de su vida.

LA PROFUNDIDAD DEL BRUNCH
Tenemos un problema: cada vez soy más yo, y tú eres más tú.
Soy serpiente entonada en el horóscopo maya... Hoy es mi cumple kin. Para celebrarlo, me tomo un gintonic. Como serpiente, mudo de piel y amo el cambio.
Mi pareja, que es luna entonada (él con vino, yo con gin), me sugiere que no queme puentes. Hoy no le he hecho caso y he dejado grupos de gente con la que hablo de tuppers.
Eva tampoco entiende de esas conversaciones de ascensor.
¿Qué es la vida sin un brunch, hablando de filosofía, sexo, horóscopos y sentimientos?

LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE TU CÁSCARA
Tenemos un problema. Yo soy un inmenso caracol de jardín. Ella, una pequeña tortuga de tierra. Nos queremos de veras, pero ninguno de los dos está dispuesto a renunciar a su zona de confort. Por eso, y a pesar del afecto que nos tenemos y la intensidad con la que estamos viviendo todo esto, la relación está a punto de romperse ante la imposibilidad de convivir juntos bajo un mismo techo.

LA VIE EN ROSE
«Tenemos un problema de cataratas», me diagnosticó el oftalmólogo.
Años después de verlo todo gris, me operaron. Y, por arte de magia, la luz y los colores volvieron a mi vida.
Noté que mi casa no estaba tan limpia como pensaba; y que las paredes pedían a gritos una mano de pintura. Sin embargo, lo que más me impresionó fue enfrentarme al espejo. Al darme cuenta de que mi cara ya no era como yo la recordaba, me sentí profundamente gris…
Pero cuando, por primera vez, pude ver con nitidez la carita sonrosada de mi nieto, entonces supe que la vida era rosa.

LAS LLAVES
Tenemos un problema. Estamos en un camping muy lejos de casa. Hemos recogido todo: sacos de dormir, ropa, comida, tienda de campaña, colchón inflable, linternas … y lo hemos metido en el coche. Todo va genial. Pero ahora no encontramos las llaves del coche… Buscamos por toda la zona de la parcela, y alrededores. Arriba, abajo, por la arena, piedras, gravilla … Nos buscamos en los bolsillos, las chaquetas, bolsos…
Estamos un poco desesperados…B Vemos las llaves del coche. Están dentro, en la bandeja del maletero.
El coche no se abre desde fuera sin las llaves.
Tenemos un problema.

MADRE
Tenemos un problema, no sé si lo entiendes, pero tenemos un problema.
Sentados en la mesa de la cocina, delante de un café que ya se había quedado frio, Ana y Julián discutían sobre unos acontecimientos que les habían desbordado.
No entendían aquella situación tan cruel.
Ana lloraba amargamente, no comprendía la actitud de su marido y quería hacerle entender que ella no estaba preparada para llevar a su madre a una residencia de ancianos.
Su marido inflexible seguía con su maldita retahíla, ya te he dicho que tenemos un problema, o tu madre o yo.

MALOS HÁBITOS
Tenemos un problema, padre Anselmo. Javito dice que, entre los susurros y gemidos de cada noche, sus ojos le parecen distinguir, dos literas más allá, el brillo del crucifijo del hermano Lucas.

NEGOCIOS
Tenemos un problema con las fiestas, siempre terminan de manera desastrosa. La casa queda hecha una pena, parece un campo de batalla. Como me da pereza, llamo siempre a la empresa que limpia. Es carísima, pero merece la pena, se ocupan de todo: recogen lo roto, las botellas vacías, las colillas, lavan la vajilla, empaquetan la comida que sobra, se llevan los cadáveres, limpian las alfombras, pasan el aspirador y la fregona y ponen ambientador por toda la casa. ¡Queda impecable y con un aroma que da gusto!
Pero la próxima vez, sin fiesta.

PERMUTACIONES
Tenemos un problema.
Un problema tenemos.
Problema un tenemos. 
Había tenido que aprender las posibilidades de permutación de los elementos lingüísticos.
Junto que comida los gatos a la mujer acudían les daba.
Mujer gatos que daba comida a les acudían junto la los.
Los comida daba la Mujer acudían junto a que gatos les.
Había tenido que entender que donde antes había invierno ahora era verano; donde antes lluvia, ahora sol; donde nieve, a veces sequia; o donde tormenta, ahora tornado.


Estaba entendiendo además que donde había antes mujer, ahora podía ser hombre; donde hombre, podría ser perro; o donde adulto podría ser niño. 
Solo la noche continuaba.

QUE ME PARTO
Tenemos un problema. Su amigo Lucas ha vuelto a llorar por esos problemas que sólo existen en su cabeza y que a Henry le causan hilaridad.
Esta vez el problema de Lucas es que le ha salido un grano en salva sea la parte y como no se lo ve, no se lo puede quitar.
Henry se presta a revisarle el trasero por si puede ayudarle y, aguantándose la risa, baja el pantalón de su amigo para enfrentarse a tan cruel enemigo.
El susodicho enemigo es una miga de pan que subrepticiamente se ha colado entre sus calzoncillos mientras merendaban.

ROBOS ASOMBROSOS
—Tenemos un problema —proclamó el guarda.
El gran Celador parpadeó receloso antes de preguntar:
—¿Cómo que un problema?
—Nos han robado —reveló el subalterno bastante abrumado.
—Absurdo, eso que me expones es descabellado.
—Pues ha pasado.
—¿Cómo no nos hemos dado cuenta?
—Han actuado con destreza.
—Tendré que verlo para creerlo. ¿Y cuál fue el objeto del robo?
—Pero ¿no se ha percatado? Llevamos ya un rato hablando con su falta porque no podemos usarla. Se la han llevado con su punto y todo. Nos falta la central de las vocales, la delgada, la estrecha, la…
Y el Celador calló, absolutamente desconcertado.

SIN NOTICIAS DE BURT
Tenemos un problema, Houston, avisó el comandante McCarthy a la base, dos órbitas después de que el capitán Burt hubiera salido a tomar un poco el fresco.

SOLIVIANTO
«Tenemos un problema, el aire acondicionado se nos ha estropeado». Cuando leí el whatsapp de mi hija esta mañana casi me quedo congelada del susto, ella y su novio que es monitor de esquí, marcharon en la camper a los Pirineos, Lorenzo ha firmado un contrato de un mes, me manda unas fotos entre la nieve, la bebida y comida congeladas. ¡Que incertidumbre! ¿Qué puedo hacer? No contesta a mis llamadas, ¿será excesiva mi preocupación? Vuelvo a casa tras agotadora jornada y me la encuentro acostada en el sofá con su móvil, ufff !había sido todo un mal sueño, o fue una premonición!.

TÉCNICAS PARA ENCENDER EL FUEGO
‒Tenemos un problema de comunicación, es evidente.
‒Sííí… Ya no nos hablamos como antes.
‒Ni nos reímos de las mismas cosas.
‒Ni disfrutamos yendo a un cine a reventarnos en la última fila.
‒Tal vez… si nos separáramos, volveríamos a extrañarnos.
‒¡Ay! El solo hecho de imaginarlo me revuelve por dentro.
‒Pero así no podemos seguir, si hasta he sentido atracción por otras mujeres.
‒¿Y crees que yo no? En el ascensor casi me echo en brazos del moreno del quinto.
‒¿De verdad?
‒Sí…
‒Ufff… Anda ven… resolvamos este problema cuanto antes.
‒Sí, ya no aguanto más este jueguito. ¡Vamos a la cama!

TEMPLANZA
Tenemos un problema. Con estas palabras el medico se dirigió a mis padres, cuando al nacer me vio tan diminuta y raquítica.
Mi madre, que ya había tenido a mi hermano, gordo rubio y de ojos azules se paseaba con él orgullosa, y para que no se notará la diferencia a mí me sacaba por separado. Con el tiempo nada cambió, yo seguía diminuta y raquítica.
Los repetidos aplausos, estallaron al terminar la representación de «El proceso de Mary Dugan». Yo era la actriz principal del drama. En pie saludando al público, no dejé de pensar en mi madre.

UNA CÁLIDA BRISA
Tenemos un problema con la abuela: cada día ella encoge y su colina crece. Su colina es un bulto que tiene, desde que nació, en el pómulo izquierdo. Cuando yo era pequeña me decía que nació de esa colina, y ahora, que la veo menguar mientras el bulto crece, involuntaria y neciamente pienso que es así, que está regresando a sus orígenes, tras pasar por nuestras vidas repartiendo amor y sabiduría. Es tan pequeña, tan insignificante… que ni la percibimos, pero por donde pasa, todo queda bien ubicado: las cosas, las luces y las sombras, las ideas, los anhelos, los sentimientos…

UNA TORTURA
Tenemos un problema cada noche y mi mujer, cansada de mis rarezas, ha tomado una decisión drástica, me ha sacado del dormitorio. De un tiempo a esta parte, cada vez que escucho una canción que me gusta se instala en mi cabeza y no me deja dormir. Me tortura, me domina, no paro de dar vueltas y me pongo a tararear hasta caer rendido.
Desde que me estampó el despertador en la cara y me lo hizo tragar, duerme a pierna suelta. Lo de estar en el sótano, dentro de un congelador y con estos fríos es lo que no llevo muy bien.

VOZ QUE TRANSFORMA
Tenemos un problema, hemos notado un movimiento que no coincide con lo que vemos a nuestro alrededor, que parece estable. Estoy de parto. Tenemos que llegar al hospital de Afrin. Me mareo, siento un golpe en la cabeza. Despierto, no sé dónde estoy. Todo está oscuro. Respirar es complicado. No puedo moverme, pero siento ganas de empujar, mi hija quiere nacer. Una contracción coincide con otro movimiento sísmico. Llora y yo dejo de sentir dolor. Toco el cordón caliente que la conecta a mí. La acaricio para que su llanto la salve.
¡Salvadla o perderéis a una mujer capaz de transformar su futuro con su voz!

YA NO SOY ESA NIÑA, ¿O SÍ?
Tenemos un problema: ha vuelto. Esta vez, la regresión ha sido muy fuerte. Llevo varios días con temblores y sudor en las manos, náuseas y mucho miedo. El miedo me atraviesa, junto con los recuerdos de aquella noche. ¿Por qué se ha puesto en contacto conmigo? ¿Acaso no se acuerda? Quizá lo ha borrado de su mente...
Lástima que yo no pueda hacer lo mismo. Llevaba mucho tiempo sin sentirlo. Parece que llevas una vida normal, trabajo, pareja, casa... Y en tan solo un momento, todo se desvanece. Y vuelves a ser una niña, desprotegida. La cognición no te salva.

YO Y TÚ
Tenemos un problema. Lo sé. Te escucho y te desoigo. Te pospongo. Te digo que importas menos que otras cosas. Te ignoro. Consciente. Adrede. Cruel. Temo tus deseos, a dónde pueden llevarnos tus necesidades. Qué nos puedes hacer hacer. Tu insaciabilidad. Sabes lo que quieres. Quizá más que yo. Temo que más que yo. Conozco tus contracturas, tus puntos débiles, tus dolores. La laxitud de tus articulaciones, la rigidez de tus lumbares, la tensión de tu mandíbula, tu nuca, tus sienes. Te dejo enfermar. Creo que podrás soportarlo. Te exijo. Aguanta. Por mí. Para hacer mi voluntad. Olvidando que tú eres yo. Nosotros.

1890
Tenemos un problema Pepe y digo «tenemos» porque ya hace mucho tiempo que los problemas los tengo que solucionar yo sola y tú siempre en la luna… que sí Pepe, que sí… ¿Sabes qué pasa ahora? ¡que la niña quiere estudiar, quiere ir a la universidad! ¿Qué me dices, eh? ¡Claro que la niña tiene cabeza para eso! Y la debería aplicar a casarse y tener críos, como Dios manda… ¡¡Además Letras!! ¿Para qué le va a servir eso en la vida? ¡Para escribir poemitas gallegos, como la Rosalía esa… o como la Pardo Bazán!… bueno, ella se lo puede permitir porque es condesa… ¡¡que no Pepe: hijos y marido!!

A LO HECHO, LE ECHÓ PECHO
Tenemos un problema, señores Académicos de la Lengua: La hache se ha escapado del abecedario. Ha dejado una nota diciendo que estaba harta de errores y horrores ortográficos y que se consideraba culpable de la frustración de muchos estudiantes; que las confrontaciones en el diccionario eran humillantes y la ponían nerviosísima: que si ojeo u hojeo, que si aya o haya, que si echo o hecho…, y ¿qué decir del usar y rehusar, o del has y el as, incluso de la a y la ha?
Y lo hizo, se envolvió en su silencio y se deshizo…

AMADORA
‒Tenemos un problema ‒le susurró Mateo quedamente al oído‒, y busco desde hace días el valor para decírtelo.
‒¿Vas a dejarme? Tus besos no son como antes y no deseas hacerme el amor nunca, fingiéndote cansado.
Mateo, agachó la cabeza, tragó saliva y soltó que la empresa le había despedido, que salía por las mañanas, no a trabajar sino al parque.
Manifestó sentirse agotado y sin esperanza.
Dolores, sintió unas ligeras punzadas en su pecho, aunque poquito a poco fueron envolviéndola sensaciones placenteras y excitantes…
¡No quería dejarla!
‒Mateo, mi vida, hazme el amor.

AMOR DE CROQUETAS
«Tenemos un problema, yo no sé hacer croquetas».
En aquel momento, no me importó, nuestras noches de sexo y nuestros viajes inesperados alimentaban todo mi deseo; también el de comer croquetas.
Las noches se fueron haciendo más cortas, nuestros viajes empezaron a ser programados por «El Corte Infiel», pues ambos acabamos teniendo sendos amantes. A pesar de ocultárnoslo, tengo bien claro que éramos conscientes.
Hoy, tras años sin vernos, miro a través del cristal de la taberna donde te conocí y mordiendo una tierna croqueta, sintiendo derramar su interior, y me vuelvo jugosa como la croqueta que no cociné.

APAGADO SISTÉMICO
Tenemos un problema. ¡Y tanto!, pensó el almirante tras perder los pulmones. Todas las células recibieron al unísono su conmovedor reconocimiento. Su equipo. Con el que bebió la vida. Con el mismo que había sido arrastrado hasta esta fosa por un sentenciado deterioro. Fallos de memoria, motores, y ahora, el respiratorio.
Sin ya tiempo, abrazó de forma emotiva a cada neurona del almirantazgo, exhaló e hizo lo único que quedaba por hacer. Todos los sistemas se fueron apagando al pulsar el botón que conjuraba la letal asfixia.
Sonrió apurando su energía con un póstumo recuerdo. Luego, la sistémica oscuridad y el vacío inmortal.

COCINA POTENTE
Tenemos un problema con la comida. En vez de las pastillas de concentrado de pollo de la abuela, he echado al caldo dos azules del pastillero del abuelo. De sabor no está mal, pero todos los fideos se han puesto firmes y duros.

CONVERSACIONES EN LO ALTO
Tenemos un problema dijo la luna al sol… Y él desde el oeste le respondió, y yo.
La luna taciturna le contó ¿Ay que tristeza tengo? Ya no quedan poetas que alaben mi belleza, ni amantes que se besen bajo mi luz plateada ¿Habré perdido el embrujo?
¡Ay si yo te contara! Dijo cabizbajo el sol, yo rey del universo y ahora me tiene miedo, dicen que soy malo, se embadurnan de ungüentos hasta el pescuezo… el viento pasó volando y respondió, cuentan que abro puertas, ventanas soplando aire contaminado…
Mirándose los tres, comentaron ¿no será problema de los de abajo?

CUESTIÓN DE MAGNITUDES
Tenemos un problema.
Un barco rescata en aguas mediterráneas a 108 personas pidiendo socorro en una balsa desvencijada, a rebosar y, tras subirlas a bordo y darles primeros auxilios, la tripulación decide devolverlas a los campos de concentración libios, de forma que los 108 rescatados, alertados de la maniobra, se amotinan en dirección norte a unos 11 kilómetros del puerto de Trípoli y cogen por la fuerza el control contra los 12 tripulantes, rumbo a Lampedusa, para allí solicitar asilo.
Hallar, dadas tales magnitudes, qué penosa frase «contra los piratas» pronunciará a las puertas del Duomo, el ministro de Interior italiano.

DICTAMEN
Tenemos un problema. Era un hecho y, lenta pero imparable, la fatídica consecuencia se aproximaba a la realidad, a lo que sería la sentencia de nuestro pequeño grupo. En aquel juzgado distópico donde la justicia fue ahogada por una multitud, los filósofos pensantes fueron arrojados a aquellos monos con ropa y tristes herramientas malversadas.

EL BALANCE
Tenemos un problema de números rojos en la cuenta de resultados. Un desfase en los asientos de difícil explicación. Hay potencias elevadas que no se pueden justificar. Una suma de intereses, comisiones y recargos adicionales que no hacen más que restar. Exponentes que se multiplican por la puerta de atrás y ecuaciones con raíces tan profundas que son difíciles de cuantificar. No se ven lo dividendos, se esfumaron por la hipotenusa de la incógnita piramidal.
¿Y Quién resolverá la ecuación de la especulación financiera? El mínimo común denominador, la unidad más débil que es al final, la que siempre lo tiene que cuadrar.

EL COMERCIAL
Tenemos un problema, hermano. Padre dijo que madre vendió el oro y recibió 9.500 euros, que lo dividió en dos sobres y nos declaró donde estaban, por si la operación de pulmón salía mal. Conté a madre lo sucedido y dijo que solo le dieron 5.900. —Será demencia— afirmó. ¿Imaginas que padre sale entero y no encuentra más que 6.900? Creo que nos pone a prueba para ceder la herencia en vida. Te propongo aportar cada uno 1.800 y que sus dudas desparezcan.
¡Mamá, si me sale bien un negocio, te vas a Benidorm un finde y yo alguna cosilla!
¡Nuestro buen hijo!

EL PODER DE LA MENTE
«Tenemos un problema». La voz del comandante del vuelo sonó grave al dirigirse a los pasajeros. Yo, elevé la vista hacia donde estaban los dispensadores de oxígeno; mientras pensaba si sabría usarlo. En Los entresijos de mi mente surgió la figura de Tom Hanks comiendo raíces en la película «Náufrago». Las piernas me temblaban, ¿dónde caeríamos? Quizás nos devorarían los tiburones en las frías aguas del océano. Una fuerte opresión en la cabeza hizo que perdiera el conocimiento.
Al despertar, vi al comandante con un hermoso bebé en los brazos. Por el megáfono agradecía al doctor Méndez su intervención en el parto.

EN UN FUTURO NO MUY LEJANO
Tenemos un problema. Realizamos todo con el DIP (dispositivo de identificación personal), lo que siglos atrás se llamaba «móvil». La diferencia es que ahora lo es todo para los humanos: conducción de vehículos, procesador de alimentos, domótica del hogar y trabajo, comprar, viajar… hasta tal punto que no podemos vivir sin ellos porque no sabríamos.
Hace unos días los DIP se han «colgado». Un virus ha acabado con todos los dispositivos del mundo.
Las personas se están tirando por la ventana… y ahora me toca a mí. Si estás leyendo esto sabrás cómo se extinguió la humanidad… o parte de ella.

ENTRE TODOS
Tenemos un problema, hemos extraviado el decálogo que guiaba nuestra vida hacia la felicidad. Sometidos al incesante bombardeo de malas noticias, riñas de gallos entre políticos y rumores siniestros sobre el Euribor, perdimos el horizonte entre confusas percepciones.
Debemos recuperarlo sin tiempo que perder, reunirnos todos, rastrearlo y si la búsqueda es infructuosa, nuestra obligación es evocarlo nuevamente entre todos: rodearnos del aroma de las flores, caminar entre hojas secas, escuchar música, besar a quienes amamos, leer los buenos libros, abrazar a los amigos y así cada uno, haremos un significativo aporte para recobrar el bien perdido.

ES NATURAL
Tenemos un problema y es natural que lo tengamos, dice el director del proyecto.
La nave expedicionaria que habíamos mandado al espacio para controlar el flujo de las corrientes marinas ha desaparecido misteriosamente y desde la base de control no encuentran la manera de recuperarla.
La tripulación no ha vuelto a dar señales de vida y todo el mundo está muy asustado.
Han pasado ya ocho meses desde que la nave desapareció y el misterio continúa.
Sólo queda rezar por esa tripulación que seguramente habrá pasado a mejor vida.
 

 

 

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