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23 FEB

CONCURSO DE MICROS 22-23 DE ALI I TRUC. QUINCENA XII

Aquí tenéis los 31 relatos que empiezan con la frase «Al difunto trata de mirarlo solo por el visor», comienzo de la novela "Anoxia" de Miguel Ángel Hernández.

Con esta frase, inicio del libro Anoxia de Miguel Ángel Hernández deben comenzar los relatos de esta duodécima quincena de la segunda temporada del concurso de relatos de Ali iTruc con Onda Cero.

Hemos recibido un total de 31 relatos que, durante los días 24, 25 y 26 de febrero pueden ser votados por los autores y resto de público enviando sus puntuaciones al correo david@aliitruc.es, eligiendo los tres relatos favoritos. De estas votaciones, saldrá la terna finalista de la quincena, de la que el próximo lunes 27 de febrero sabremos el ganador en Onda Cero Elche después del veredicto de Miguel Ángel Hernández.

 

LA REVELACIÓN DE MARIO

«Al difunto trata de mirarlo solo por el visor». «Lo entiendo» —dijo Mario—- «si no, se me pondrá mal cuerpo, papá». Su padre prosiguió como si no le hubiera oído: «Solo así podrás servirle bien. El visor es la ventana que te adentra en su mundo». Mario pensó que igual el tufillo a formol que desprendía el cadáver estaba afectando a su padre, que se negaba a taponarse la nariz «por respeto», según repetía siempre. «Cada fotografía de difunto positiva la sublime atmósfera inmaterial que nos rodea y la fija para la posterioridad». Mario se rascó el mentón y comprendió que él nunca sería bueno en el oficio.

 

LECCIÓN DE MUERTE

«Al difunto trata de mirarlo solo por el visor».

La primera vez que se lo oí murmurar a Stepan, emboscados en aquella zanja embarrada y con la tarde a punto de desvanecerse, me quedé turbada unos segundos. En la ladera quedaban las demás campesinas terminando de atar los haces, azuzadas de cuando en cuando por las culatas persuasivas. Iba a abrir la boca para preguntar, pero no hizo falta. Stepan ajustó la mirilla y apretó el gatillo. El soldado de la derecha se desplomó certero pese a la distancia.

«No hay más opción. Ir uno por uno y pensar que ya estaban muertos».

Entonces miré a través del mío.

 

LITERAL: FRANCOTIRADOR

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor de la carabina telescópica, le habían ordenado. Es un objetivo difícil, pero no imposible. El especialista mantiene la respiración mientras ajusta el objetivo en su punto de mira. La orden es clara: asegurar su muerte. Con un movimiento suave, aprieta el gatillo y el cadáver sufre una leve convulsión. Ahora, un orificio decora su entrecejo. El francotirador guarda su arma y se retira del lugar de las exequias sabiendo que ha cumplido su misión. No hay emociones, solo el convencimiento de que el Generalísimo está bien muerto.

 

MIRADA

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, dijo mi hermana cuando me acompañó a la morgue judicial.

—Yo quisiera no verlo nunca más, ni muerto ni vivo, ni de cerca ni de lejos —le contesté—, pero debo reconocer el cadáver.

A ese demonio que me hizo la existencia imposible, me hostigó, me acosó sicológicamente, ahora lo veo inerte y como pidiéndome compasión… pero ya es tarde, tuvo lo que se merecía.

 

MUERTE INOPORTUNA

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor —dijo Calos dejando el cuerpo en el asiento trasero del coche.

Yo coloqué una manta sobre sus rodillas, le encajé la gorra hasta las gafas y una botella semi vacía de wiski entre las manos. Habíamos recorrido unos kilómetros cuando vimos el control de la guardia civil.

—¡Documentación!

Yo, tranquila, la entregué.

—¿El señor que va atrás? —peguntó el agente

—Está dormido desde anoche —contesté, llevando la mirada a la botella de wiski.

—Puede continuar —indicó con un saludo.

Así pudimos llevar a mi tío, tieso como un palo a su lugar de origen para darle sepultura.

 

PRIMERA LECCIÓN

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. ¿Aprecias la ingeniosa composición? La familia ha elegido para el señor Gonzálvez el traje de los domingos, el que usaba para ir al fútbol y a misa. Como verás, he incluido en el ángulo izquierdo el crucifijo que guarda la cama, pero también he añadido en esta esquinita la bandera de nuestro glorioso Real Club Castalfredo. Así, las futuras generaciones comprenderán tanto la devoción cristiana como la pasión por el balompié del finado. Si miras directamente al cuerpo, es más difícil sobreponerse a su aspecto deslucido y pierdes frescura para crear una historia que contente a todos. Ya aprenderás.

 

REPORTAJES

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, como le enseñó su padre. A fin de cuentas, es solo trabajo. Pero le cuesta no implicarse, quizá es demasiado perfeccionista. Podría haberse dedicado a otra cosa, pero cuando se produjo aquella vacante de fotógrafo en la funeraria donde trabajaba su padre, este le recomendó orgulloso. Y él no quiso defraudarle.

Lo peor es que últimamente no hay tantas muertes naturales, y ha habido que reinventarse.

Se acerca al muerto y le limpia la sangre de la cara. Aparta el cuchillo que le estorba en el encuadre y vuelve a mirar por el visor. Crónica de un asesinato. Perfecta.

 

REQUIESCAT IN PACE

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, un descanse en paz y que el Señor lo tenga en su gloria.

Aún recuerdo nuestra última conversación:

—Alfonso, ¿tú me quieres?

—Qué cosas tienes, claro que te quiero.

—No sé, últimamente te noto raro, como ausente.

—Es porque a veces me encuentro un poco cansado, ahora tenemos mucho trabajo en la oficina.

—¡¡Alfonso, que te conozco!! Te acicalas demasiado cuando sales y cada vez llegas más tarde. Dime la verdad, ¿me engañas con otra?

—¿Quieres saber la verdad? Pues sí, te engaño, pero no con otra, te estoy engañando con otro, y no me llames Alfonso, ahora soy Roberta.

 

SAN PEDRO

—Al difunto trata de mirarlo solo con el visor.

—Pero estoy harto de ver a través de esta pantalla todo el tiempo. Sólo veo sombras que están delante de mí y las dejo pasar o las mando al infierno según tus consejos.

—Son órdenes de arriba —dijo San Pedro.

—Desearía ver cómo son estas almas que vienen. Además, si estoy muerto, que más me puede ocurrir… y diciendo esto se quitó el visor al mismo tiempo que venía otro difunto.

—¡Mi nieto! ¡No puede ser! ¡Aún no ha llegado tu hora!

—Otro más que desobedece. Pues nada, al infierno. Escogeré al siguiente —dijo San Pedro.

 

SILENCIO… SE RUEDA

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor encuadrándolo de cuerpo entero; no le enfoques la cara, que el actor está nervioso y se le nota movimiento en los ojos.

—¿Y no podíamos haber escogido a otro que hiciera mejor su papel?

—No es tan fácil. Ten en cuenta que a ciento cuarenta kilómetros por hora se abre el portón del coche fúnebre, el ataúd cae a la calzada, el muerto sale rodando, un camión no lo puede esquivar, lo atropella, choca con la mediana y se incendia la escena… Los actores que hacen bien de muertos los tenemos a todos en la UCI.

 

SOLO ANTE EL PELIGRO

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. El cabo Lucas, arrastrándose por el suelo miraba a su capitán con ojos desorbitados.

—¿Pero capitán qué sentido tiene mirar a un difunto por un visor? ¿Es que se va a levantar?

—Tú mira y calla.

—Carajo, que mala baba tiene usted; me está entrando un no sé qué por la espalda, pero no lo ve, si está más tieso que las momias egipcias.

—¡Capitán, no se vaya, por Dios, no me deje solo con el muerto!

—¡Capitán, por favor, que estoy llorando, que me muero de miedo!

—¡¡¡¡¡¡Capitánnnnnnnnnnnnnnn!!!!!

 

SUCESOS

«Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. Supongo que hacer reportajes póstumos no es agradable para una redactora mojigata como tú; pero, es lo que hay. Necesitamos una “BOMBA” para ¡¡¡ya!!! Tráeme algo macabro, ¡con mucha sangre!», gritó el redactor jefe mientras me echaba de su despacho.

Tuve que hacerlo. Procedí tal como él me había indicado: lo miré por el visor y disparé. Luego…, le tomé unas fotografías.

Poco antes de la hora de cierre el material ya estaba listo para su publicación.

 

SUEÑO TRAMPA

―Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, si no va a ser complicado que lo veas ―dijo Christopher dirigiéndose a Peter. Estábamos cazando, cuando desde este promontorio de las montañas Appalachian divisamos lo que parecía un hombre. Camino campo a través. Es una zona de difícil acceso. Bajo peleándome con ramas de arbustos que a veces me impiden ver el cuerpo. Veo una bicicleta oxidada, un cortavientos naranja y un esqueleto. La piel y los órganos internos han desaparecido.

Hace cuatro años que volvió a Carolina del Norte, según me contó la familia. Buscaba conseguir algo más de lo mucho que ya tenía. Quizás fue una pesadilla americana.

 

TUTORÍA SOBRE FOTOGRAFÍA FORENSE

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor de la cámara con el ojo derecho. El izquierdo mantenlo cerrado. No le pidas que sonría ni que mire el pajarito ni que diga patata. Además de inútil, a los familiares no les suele hacer gracia. Tampoco vale la pena que le digas que no se mueva, y nunca pretendas hacerla de cuerpo entero cuando tenga mutilaciones. Y tenlo muy presente, si alguna vez te sale movida tendrás que pensar en buscarte otro empleo.

 

117

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor.

—Ya lo hago señor, pero estoy harto de utilizarlo. Todo lo veo rosa. Quiero ver algo de forma natural, solamente con mis ojos. Además, si están todos muertos.

—Lo único que le puede permitir seguir con vida es el visor. Es la única forma de detectar calor en un cuerpo.

—Con el debido respeto señor: llevamos meses arrasando este planeta. Aquí no queda ningún enemigo vivo. Esto se acabó.

El soldado 117 se quitó el visor y lo tiró al suelo. Siguió caminando por entre las ruinas y cuerpos al lado del capitán.

De repente algo se movió detrás de 117. El visor del capitán lo detectó, pero ya era tarde. 117 cayó degollado al suelo mientras el capitán abatía al sujeto causante de ello.

 

ALTAMIRA

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor.

—¡Papá, eso es imposible! ¡Hay cientos de muertos en el suelo! No puedo verlos a todos a través del visor del rifle.

—Inténtalo hijo, por favor. Sólo tienes once años y no quiero que tengas un trauma de por vida.

—No te preocupes, papá. Al principio me costó, pero ya estoy preparado. Lo que no entiendo es cómo hemos acabado aquí.

—Todo empezó hace muchos años, hijo mío, en Ucrania. Parecía que era una guerra que estaba muy lejos de nosotros y no nos afectaría… y ahora estamos aquí… defendiendo el Palacio de Altamira intentando evitar el avance enemigo…

 

CADENA PERPETUA

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, —dijo el forense.

El finado era mi íntimo amigo, creí ver como entreabría los labios, y exhalé su alma…

Susurrando dijo, amigo me han envenenado, mira la alianza que llevo ¡es tuya! Tu mujer me la entregó. Quería casarse conmigo por el dinero, yo me opuse y acabó con mi vida ¡perdóname! Lo último que puedes hacer por mí es investigar… El forense sentenció ¡Muerte natural!

Salí dispuesto a buscar la verdad…He vivido un infierno, diez años en un psiquiátrico, diagnóstico esquizofrenia.

Hoy por fin gracias a mi abogado han exhumado el cadáver ¡No estoy loco! ¡Ella cadena perpetua!

 

CARA Y CRUZ

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, activa el zoom y verás qué cara de crápula tiene. ¿Te das cuenta? Se visualiza en su rostro la película de su vida. Era destructiva, y eso deja huellas. Fue un desastre de hombre y de marido: trapisondista, jugador y putero, a pesar de que tenía una mujer de bandera. Al final se jugó su destino a cara y cruz conmigo. Salió cara y ganó. Se quedó con todo, incluida mi mujer. No tuve más remedio que matarlo. Ahora repudiaré a mi mujer y consolaré a la suya. Soportaré encantado esta cruz el resto de mis días.

 

CON GARANTÍA

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor de la cámara. No se te ocurra mirarlo directamente que es capaz de revivir otra vez; todos sabemos cómo las gasta padre. No te confíes ni un pelo que ya has oído a madre: «Estas setas no son de fiar, igual lo matan que lo dejan como muerto… sin estarlo». Así que haz la foto para el seguro rápidamente, acércate corriendo y clávale la estaca, para asegurarnos.

 

CURSO DE FOTOGRAFÍA

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, dijo el profesor, y para reforzar la lección, relató esta anécdota:

«En un día de invierno, lluvioso y frío, paseaba por la plaza y vi a una pobre viejecita, acurrucada en un portal que apenas la protegía del cierzo húmedo.

Temblando, extendió su mano hacia mí, pidiendo una limosna…»

—¿y que le has dado? —lo interrumpió Felipe, uno de los alumnos.

—Como estaba oscuro y quería un fondo flou, le di velocidad de obturador 1/30 y apertura de diafragma 22.

 

DÍA DE MUERTOS

«Al difunto trata de mirarlo solo por el visor de la cámara fotográfica», susurró alguien de mi entorno, pero no fui consciente de que el objetivo de aquel reportaje póstumo era yo hasta que escuché la voz de mi parienta:

─Sáquemelo rechulo a este pendejo. ¡Qué pena, para una vez que lo veo sereno…! La fotografía la pondré en el altar del “Día de Muertos” ─puntualizó Lupita con voz liberada.

─¡Que sigo vivo! ¡Que no estoy muerto! ─grité con todas mis fuerzas, pero… no me creyeron.

 

DISTANCIA DE SEGURIDAD

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, es el mejor modo de fotografiarlo para que no te impresione su rigidez; el cadáver se torna lejano, impersonal y es el visor el que te otorga esa distancia de seguridad.

Pasa lo mismo cuando debes captar un cuerpo desnudo: la belleza o la fealdad humana se enfrían, se cristalizan y tú proteges tu sensibilidad. Así hacen los del cine porno.

Eso sí… si no quieres que el sexo y la muerte te impresionen demasiado… ¡dedícate a filmar bodas y bautizos!

 

EL CASO

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, rezaba el cuadro de la pared. Me quedé dándole vueltas. Había ido allí por el caso que traía de cabeza a toda la cúpula policial. Y a la sociedad. La mayoría lo había visto por televisión. El resto en las redes sociales. ¡Joder, eran los presentadores de moda! El programa de moda. Máxima audiencia. Les había explotado la cabeza, ¡delante de todo su público! Veinte millones de personas. En directo. Nadie había reclamado la autoría. El suicidio, descartado. No teníamos nada. Estábamos perdidos. Esperaba que el forense pudiera darme algo. ¿Por qué seguía dándole vueltas al visor? ¿Qué querría decirme?

 

EL CHAPO

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor, no le pierdas de vista, ya sabes lo que nos jugamos y los sobornos y el dinero que nos ha costado llegar a esta situación.

Los Charlines piensan que al Chapo lo han matado y así está en su ataúd que nadie diría que sigue vivo.

Ya sabes lo que tienes que hacer, en cuanto la banda de los Charlines venga a darnos sus condolencias, la señal la darás tu enfocando el visor a un punto del ataúd del Chapo, este reaccionará y con el subfusil que tiene escondido y con lo que nosotros aportemos, no quedará ni un charlín vivo.

 

EL HORNO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. O mejor aún, ni lo mires.

Entre las brasas incandescentes del gran horno se oye una especie de murmullo: «¡Socorro! Dejadme salir».

—Tampoco lo escuches…

—Pero… —apoyas un oído en la compuerta y percibes con claridad: «Todavía soy útil. Dadme otra oportunidad».

—Ni caso. Todas las palabras en desuso protestan un poco cuando les llega la hora. Recuerda el escándalo que armó «cáspitas» cuando la incineramos. Y mejor ni hablar de «allende», «córcholis» y «correveidile».

—Sí, lo entiendo… pero… —miras por última vez por el visor—, ¿De verdad ya nadie dice «gracias»?

—No, ya no. ¡Qué pena!

 

EL TOPÓGRAFO

Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. Estaban realizando las catas de un solar donde se iba a construir un complejo de lujo; hasta el momento todo se desarrollaba según lo previsto, cuando apareció aquel difunto en uno de los desmontes. El aparejador no sabía bien que hacer y lo único que se le ocurrió hasta que llegara la policía y descubrieran el misterio era que el pobre hombre que manejaba el cartógrafo no dejara de mirar por el visor.

Harto y cansado de soportar la misma postura, soltó por un momento el visor y ¡ho!, vaya susto... ¡Y vaya borrachera!

 

ENCARNACIÓN

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor que es más preciso, novato. Y si se mueve, ¡zaz! Le das con el palo y lo metes en la bolsa mágica. Luego esperas media hora a que encoja y se lo entregas a una cigüeña para que haga su reparto.

Durante unos segundos, ambos ángeles se miran. El primero, serio, acostumbrado a su labor. El más joven, meditabundo.

—Entonces… ¿era así que…?

—Por supuesto —responde el ángel veterano—. Aquí lo reciclamos todo.

 

GENÉTICA

—Al difunto trata de mirarlo por el visor –ordenó el policía, incómodo por la situación.

La reina, curiosa, no podía evitar querer ver el horripilante escenario creado por su querida hija; su comprometido asesinado violenta y sádicamente, muy impropio de una dama, y más siendo de la realeza.

—¿Qué le habrá ocurrido para cometer tal acto? –preguntó el padre tratando contener su tristeza y desconcierto.

—Es igual que yo –afirmó la madre–, yo tampoco estuve muy conforme con mi matrimonio…

 

GÓNGORA

—Al difunto trata de mirarlo solo por el visor. Los traductores, intérpretes y trujamanes siguen siendo peligrosos después de fallecidos. ¿Y si se le da por traducirte el idioma de los muertos? Podría envolverte con su saber del más allá y arrastrarte sin que te des cuenta. Mi abuela dice que a veces invocan a muertos famosos. Tornar a les notícies