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15 FEB

CONCURSO DE MICROS 23-24 DE ALI I TRUC. QUINCENA X

Aquí tenéis los 20 relatos que empiezan con la frase «El amor adolescente es un espectáculo de fealdad», comienzo de la novela "La Niña de Oro", de Pablo Maurette.

Con esta frase, inicio del libro La NIña de Oro, de Pablo Maurette, deben comenzar los relatos de esta décima quincena de la tercera temporada del concurso de relatos de Ali iTruc con Onda Cero.

Hemos recibido un total de 20 relatos (ordenados alfabéticamente a partir del primero recibido) que, durante los días 16, 17 y 18 de febrero pueden ser votados por los autores y resto de público enviando sus puntuaciones al correo david@aliitruc.es, eligiendo los tres relatos favoritos. De estas votaciones, saldrá la terna finalista de la quincena, que conoceremos el próximo lunes 19 de febrero en Onda Cero Elche y de la que Pablo Maurette, desde Buenos Aires, decidirá el resultado

 

CONTRASTE GENERACIONAL, de Felipe Tenenbaum

‒El amor adolescente es un espectáculo de fealdad e insipidez. Los granos. Los besuqueos constantes. El optimismo injustificado. Pero, sobre todo, los selfies, tiktoks y las horribles orgías multitudinarias…

Clara acercó una cuchara con puré de calabazas a la boca del venerable anciano y le respondió:

Jaja. ¿De dónde ha sacado, Don Pascual, que los jovencitos de hoy en día participan en orgías multitudinarias?

¿Ah, no?  –se rascó una oreja el abuelo sobre su silla de ruedas. Como decía. El amor adolescente comparado con el que tengo con Dolores, Clemencia, Etelvina y la Saltacharcos, se me figura feo y soso. Muy soso.

 

CUESTIÓN DE PERSPECTIVA, de Sofía Ortiz.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad gruñó el abuelo al ver a su nieto en la puerta con una chica.

El amor adolescente es lo más bonito y desgarrador dijo su hijo.

El adolescente entró en la casa con cara risueña y feliz soñando con volver a verla.

 

CUESTIÓN DE PERSPECTIVA 2, de Sofía Ortiz.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad gruñó el abuelo al ver a su nieto en la puerta con una chica.

‒El amor adolescente es lo más bonito y desgarrador ‒dijo su hijo.

El adolescente entró en la casa con cara risueña y feliz pensando en el partido de futbol que jugaría esa tarde.

 

CUESTIÓN DE PERSPECTIVA 3, de Sofía Ortiz.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad gruñó el abuelo al ver a su nieto en la puerta con una chica.

‒El amor adolescente es lo más bonito y desgarrador ‒dijo su hijo.

El adolescente entró en la casa avergonzado y triste pensando en lo que podrían haber sido.

 

EL VELO DE LA NOSTALGIA, de Jesús Flores.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad y quien diga lo contrario, nunca ha estado enamorado en esa era de hecatombe hormonal. La primera mirada correspondida por otro par de ojos. Esa desnudez de tus sentimientos al decir «me gustas» con la voz desafinada. Empieza como un juego, una tirantez por resolver quien se acerca primero al cuerpo del otro. Unas palabras vacías en busca de aprobación, pidiendo permiso a lo que ambos estáis deseando que suceda. No hay mayor tensión que la que precede al primer beso. La torpeza, la inexperiencia, transforman en feo lo que, en años posteriores, recordamos como idílico e inalcanzable.

 

ENVIDIA COCHINA, de José Luis Fernández.

«El amor adolescente es un espectáculo de fealdad», pensó con reconcomio, observando embelesado su imagen reflejada en el espejo, mientras se aplicaba a mansalva su “milagrosa” loción cubre canas.

 

EXPERIENCIA, de Silvia Espina

«El amor adolescente es un espectáculo de fealdad». Así piensa el maduro profesor de Geología y Química de uno de los colegios más importantes de la ciudad… mi esposo.

Como no comparto su opinión, ya que a mí me gratifica y enternece ver a dos chicos enamorados, exhibiendo ese amor a los cuatro vientos, este tema es motivo de constantes discusiones.

Mi sexto sentido y mi experiencia no tardaron en descubrir que el muy cabrón se está viendo con una de sus alumnas.

 

FELIZ ENCUENTRO, de Paquita Márquez.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad, pero el nuestro no. Llama la atención, sí, porque soy viejo comparado con ella, tan joven, tan ligera, tan divertida… Pero ella fue la que me prefirió. Cuando nos encontramos, se acercó con esa sonrisa ilusionada que le ilumina el rostro y, entre caricias, me llevó a su casa… y a su cama…

Esta mañana ha querido que la acompañe a la Universidad. Cuando llegábamos, un apuesto joven se dirigió a nosotros. Temí lo peor.

‒¿Te has atrevido con “Ana Karenina”?—le ha dicho‒ ¡Qué valiente!

Ella le ha sonreído y, sin dejar de abrazarme, se han alejado…

 

IA (nº 1), de Mariam Vicente.

—¡El amor adolescente es un espectáculo de fealdad!

—Eso ya lo dijimos nosotros cuando se prohibió el amor en general, y fue su partido el que abogó por permitir a los jóvenes seguir enamorándose.

—Pues los que estaban a favor ya no están en nuestras filas, y tanto besuqueo… ¡Puaj!

—Entonces, votemos.

Se alzaron las manos y un coro enfebrecido aplaudió el resultado.

El amor murió en aquel senado aplastado por los dirigentes. La palabra se borró del diccionario y las relaciones interpersonales se extinguieron.

Cuando quisieron darse cuenta, ella gobernaba el mundo.

Inteligencia se llamaba. Artificial, su apellido.

Y a partir de entonces ya nadie pudo pararla.

 

IA (nº 2), de Paquita Márquez.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad. Sin romanticismo, sin cariño, sin preámbulos, todo tan explícito, tan vulgar, tanta charla inconsistente y soez…

Encontrar adolescentes que den la talla es casi un milagro, por eso he decidido crear uno virtual con las cualidades idóneas para encender la ilusión en mi hija. Será experto en música, cine, literatura romántica. Bailará como un profesional. Sabrá de arte, de filosofía, y hasta será capaz de componer canciones y poemas que la conmuevan. Lo ideal para mi hija, una jovencita preciosa, romántica, cariñosa y perfecta. Por algo busqué los algoritmos exactos y óptimos para crearla…

 

LA SEGURIDAD ANTE TODO, de Felipe Tenenbaum.

‒El amor adolescente es un espectáculo de fealdad inaceptable, monstruosa y atroz… Al menos así pienso hacérselo saber a todos los niñatos de Operación Triunfo que se agolpan para la firma de discos de esos díscolos ídolos adolescentes (portavoces infernales del rock y demás vicios inmundos).

‒¿No te parece peligroso decirles esas cosas, cara a cara? Alguno podría llegar a entenderte y atacarte.

‒Tranquila, Herminia. Estaré a salvo.

‒¿Cómo lo sabes?

‒Porque iré montado sobre un burro, lentamente, a la caída de la tarde.

 

SAN VALENTIN, de Francisco Eugenio Crespo.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad. Una montaña rusa, en la que puedes estar arriba gritando de alegría, y al momento estas abajo desolado... Mi novia, Gabriela, es el ser más preciado que he visto nunca. Digna de elogios y reverencia por parte de todo el instituto. Dos meses llevábamos saliendo, cuando en aquel recreo, se presentó él con su Harley Davidson. Conan. Repetidor por tercera vez del curso. «Nena sube», le dijo a Gabriela. Ella me miró.: «Lo siento Edgar. No puedo dejar pasar esta oportunidad». Subió a la Harley y el ruido de ésta silenció mi quebrantamiento del corazón.

Mi Diario Adolescente. Edgar.

 

¡SUPERCALIFRAGILÍSTICOESPIALIDOSO!, de Felipe Tenenbaum.

‒El amor adolescente es un espectáculo de fealdad. Y no solo eso. Además, El otorrinolaringólogo de Parangaricutirimícuaro se quiere desotorrinolangaparangaricutirimicuarizar. El desotorrinolaringaparangaricutimicuador que logre desotorrinolangaparangaricutirimucuarizarlo, buen desotorrinolaringaparangaricutimicuador será. ¿Qué te parece?

‒¡Horrible! Es el peor microrrelato que has mandado al concurso de Ali i Truc. No tiene sentido y es imposible de leer en voz alta. Nadie va a elegirte.

‒Al contrario. Si recibo suficientes votos, David Reche no tendrá más remedio que leerlo en directo en Onda Cero Elche. Seguro que no soy el único al que le apetece oírlo.

 

ABUELO, de Francisco Eugenio Crespo.

‒El amor adolescente es un espectáculo de fealdad.

‒Abuela, ¿por qué el abuelo siempre está diciendo lo mismo? Ya sé que tiene demencia, pero me llama la atención que siempre repita esa frase.

‒Cariño, ya sabes bien, que cuando una persona tiene demencia puede repetir continuamente frases sin sentido.

‒Lo sé abuela, pero realmente se supone que aún no está en esa fase de demencia ...

‒El amor adolescente es un espectáculo de fealdad.

‒¡Cállate ya desgraciado y deja de dar por saco!¡Reconozco que te engañé diciéndote que estaba embarazada, con 16 años, para que te quedaras conmigo, no con Yanah!¡Pero deja de martirizarme ya!

 

AMOR ETERNO, de Margarita González.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad. Es una quimera, sentenció Eva.

A ella, en su edad núbil, la acompañaron palomas blancas, flores amarillas y aguas cristalinas. Su amor, entonces correspondido, la iluminaba como un faro.

Con el tiempo, las luces y sombras del devenir, cambiaron su secuencia de un programa de «luz- luz -luz-oscuridad» a otro de «asfixiante-negror-y-esporádicamente-un destello».

Eva habla con desprecio del amor entre los más jóvenes para ocultar ante sus pares el secreto, lo que solo a ella importa: El anhelo de aquel amor lejano, su amor eterno.

 

APRENDIENDO A VIVIR, de Mª Rosario Buades.

“El amor adolescente es un espectáculo de fealdad”, los chavales, no son responsables, dijo la madre de Marco, entre lágrimas, a la psicóloga. Se encontraba confundida. A Marco y a Sofía, les tocaba terapia. Habían suspendido 1º de bachiller y allí estaban los dos pipiolos, ajenos a todo, escuchando murmullos a lo lejos y seguían mirándose con deseo, escondiendo una sonrisa cómplice, deseándose con más ansia. Sus pensamientos recorrían con velocidad los recuerdos del tiempo compartido. Esta era su “gran experiencia”, estaban exultantes, ilusionados, eufóricos, jubilosos, gozosos y dentro de sus almas declarando con fuerza “lo bello que es vivir”.

 

A TRAVÉS DE LA VENTANA, de Raquel Zaragoza.

─El amor adolescente es un acto de fealdad. Los chavales de hoy en día no tienen ni respeto ni vergüenza. ¡Qué asco!

─Manolo, déjalos que son jóvenes ─dijo Rosa con voz condescendiente.

─Ese chico tiene más manos que brazos. Y qué manera de comerse la boca… ¡cuatro minutos de apnea; se van a ahogar! Me da hasta fatiga verlos ─manifestó nervioso.

─¡Manolo, que te va a dar algo!

─¡Rosa, llama a la policía!

─No exageres.

─¡Llama! Que han roto la última farola que quedaba en la calle. ¡Coño! Ya no puedo ver nada ─se quejó exhausto.

─Manolo, suelta los prismáticos y ponte el oxígeno. ¡¡¡Ya!!!

 

CENTRAOS, de Francisco Eugenio Crespo.

«El amor adolescente es un espectáculo de fealdad. No solo por los cuerpos en metamorfosis, llenos de acné, vello irregular creciendo por todos lados, cuan selva tropical, hormonas revolucionadas y olores no deseados... sino por esa pasión incontrolada, que nos lleva a realizar estupideces de las que nos arrepentiremos toda la vida. Es mi novia o novio, y si no me quiere no me casaré nunca...

»¡Dejaos de tonterías y centraos en los estudios! ¡Vuestro amor llegará cuando seáis adultos, no ahora! ¡Que no os pase como a mí, que me amputaron la mano por el amor adolescente...!»

El Manco. Profesor de Biología 4º ESO.

 

CON SINCERIDAD, de Paquita Márquez.

‒El amor de adolescentes es un espectáculo de fealdad, sin duda. Míralos, parece que escudriñan entre recovecos bucales para sacar qué sé yo qué… ¡Y con ruiditos…!

‒Sí, sí, espectáculo de fealdad… ¡¡Lo que tenemos es pura envidia!! ¡No hacemos más que mirar el bulto en la entrepierna del muchacho! ¿Desde cuándo no hemos sentido tú y yo semejante urgencia? ¡Y solo con un morreo! ¡Porque no me dirás que, a estas alturas, tu Felisa es capaz de semejante cosa!

‒¡Uy, amigo! Mi Felisa, entre la lumbalgia y las migrañas, lo único que me levanta es la voz para que la deje en paz…

 

CONTAGIO, de Américo Fojo.

El amor adolescente es un espectáculo de fealdad; verlos caminar, las manos transpiradas, aferradas entre sí, como buscando un apoyo frente a una realidad que ellos creen conocer; la marcha oscilante, lenta, deteniéndose cada tanto, mirándose estúpidamente a los ojos con un amor que no necesita palabras para expresarse… espantosa exhibición de inmadurez… ¡¡se besan en la calle, desvergonzados!!

—Oye, para un poco, que la envidia no es buena y quizás deberíamos imitarlos. Ven, toma mi mano y salgamos a caminar. Tal vez, con suerte, nos contagiamos.

 

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