CRESPO LLOREDA, JOSE ANGEL
Poco leída hoy salvo por los especialistas, la poesía de los siglos XVIII y XIX posee sin embargo un notable interés. La prolongación y el final del Barroco, el sueño ilustrado de que la felicidad tuviera un sitio en la vida y en la literatura, la revolución romántica que cambió la percepción de toda la realidad, están presentes en poemas a veces envejecidos y retóricos pero otras veces de un profundo aliento y de una rara actualidad. No sólo en los «grandes» poetas (Meléndez Valdés, Espronceda, Bécquer. Rosalía de Castro...) sino en poemas y fragmentos de poetas que la historia ha convertido en «menores» pero que oyeron, también, «cantar al ruiseñor una tarde»