Una vez había un padre y una madre que tenían un hijo muy pequeño, tan pequeño como un grano de mijo, y muy trabajador. Todo lo quería hacer y quería andar por todas partes. Pero su madre tenía miedo de que fuese solo por ahí. Era tan pequeño que la gente lo podía pisar.
Artículos relacionados
Vista previa: PITUSO
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.